Las reglas de la conducción eficiente
Lo habrás escuchado miles de veces pero, ¿sabes realmente cómo conducir de manera eficiente? La conducción eficiente es una manera de conducir cuyo objetivo es lograr un bajo consumo de combustible.
Este bajo consumo no sólo ayudará a la economía del conductor si no que también contribuirá a la reducción del impacto medioambiental a la vez que obtendrá un mayor confort y disminuirá los riesgos en carretera.
Ahora bien, ¿cuáles son las reglas que hay que seguir para ello? Estas son algunas de ellas:
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Arranca siempre en primera: Utiliza siempre esta marcha para poner en funcionamiento tu vehículo y, pasados unos 6 metros aproximadamente, cambia a segunda marcha
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No pises el acelerador al arrancar: La tecnología hace posible que tu vehículo arranque sólo con activar el contacto. En algunos casos, lo que procede es pisar el embrague o el freno pero el acelerador no es necesario
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Velocidad uniforme: Siempre que sea posible, evita dar acelerones y frenazos bruscos. Es recomendable utilizar marchas más largas a bajas revoluciones y presionar el acelerador pero no en su recorrido completo
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Atención a los cambios de marchas: Evita lo máximo posible reducir los cambios cuando atraviesas un tramo de subida, incrementa la presión del acelerador pero sin hacerlo a fondo. En bajadas, adelanta el cambio de marchas y circula en la más larga posible
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Apaga el motor cuando sea necesario: Cuando te encuentres en paradas prolongadas, apaga el motor para reducir el gasto de combustible
Como puedes ver, la conducción eficiente se rige por reglas sencillas y eficaces, capaces de aprovechar las posibilidades que ofrecen los motores actuales. Durante mucho tiempo no se tuvo en cuenta pero, con el paso de los años, ha habido una notable mejora en cuanto al uso de dichos métodos.
