La importancia del catalizador
Hoy en DIESSA hablaremos sobre el catalizador, esa pieza que se encuentra bajo nuestros vehículos junto al tubo de escape y que juega un papel vital en la reducción de gases contaminantes.
Para empezar, destacar que los primeros catalizadores fueron instalados en la década de los 70 por el Gobierno norteamericano con la implantación de un Plan de Aire Limpio que se basaba en el deseo de reducir las emisiones contaminantes en un 75%. En Europa comenzó a implantarse en 1984.
Hoy en día es una pieza fundamental y obligatoria dado que, con la entrada en vigor de la normativa Euro-6, todos los vehículos de nueva fabricación han de tenerlo incorporado. En algunos casos se pueden incorporar dos unidades: uno más compacto y de tamaño menor (“secundario”) y otro “principal” de tamaño mayor.
El elemento en cuestión es un cilindro de acero inoxidable sin aparente complejidad, es en su interior donde se encuentran sus piezas claves. En este interior, se encuentra un protector térmico con una matriz cerámica parecida a un panal de abejas. Además, también contiene una sustancia resinosa formada por compuestos como el Platino, el Paladio o el Rodio.
Estos compuestos presentes en el catalizador hacen que la pieza sea la más cara del sistema de escape: de 200 a 500€ aproximadamente. Su alto precio también propicia una mayor posibilidad de robos, cosa que suele preocupar mucho a los propietarios del vehículo en cuestión dado que sin ella no es posible pasar la ITV.
A través de complejos procedimientos hidrometalúrgicos con agentes agresivos y corrosivos, los catalizadores son tratados como una fuente potencial de metales nobles una vez agotada su vida útil.
