Consejos para la conducción en verano
Dentro de muy poco comienza la temporada de verano aunque las altas temperaturas comienzan a notarse. Para aquellos que conducen vehículos de grandes dimensiones y recorren largas distancias, siempre es necesario tomar precauciones para que esto les influya lo menos posible.
Trabajar y conducir un camión, autobús, furgoneta o similar entre altas temperaturas puede acarrear problemas de concentración, mayor cansancio, disminución de reflejos y hasta mareos. Por ello, desde DIESSA queremos compartir con vosotros unos consejos básicos para la conducción en verano:
- Hidratación: Si la jornada de trabajo es ajetreada, es fácil olvidar algo tan simple como beber una cantidad suficiente de agua. A pesar de ello, se ha de ser consciente de la importancia de hidratarse de manera correcta para evitar golpes de calor u otros problemas de salud
- Protección solar: La mayoría de conductores de camión piensan que no han de utilizar protector solar porque pasan la mayoría de su tiempo dentro del vehículo pero, lo cierto es que, dejar que los brazos se quemen mientras se conduce de manera diaria no es menos peligroso que tener que cargar y descargar al sol. Por esta razón, es importante estar convenientemente protegidos
- Protección para los ojos: El resplandor del sol es muy incómodo para todos los conductores y no sólo en verano, aunque en esta época del año esto se sufre más por la duración de los días que es más larga. Si bien la luz solar es difícil de bloquear, los reflejos del agua estancada, de otros vehículos o de la carretera en sí pueden irritar los ojos mucho más (esto también aumenta el cansancio y el potencial de tener sueño). Por ello, se ha de utilizar un tipo correcto de gafas de sol con la finalidad de evitar efectos dañinos e irreversibles en la vista
- Revisar los frenos y las correas del motor: Es un consejo que te hemos dado muchas veces pero siempre es importante recordarlo y más ahora, ya que las altas temperaturas provocan la degradación de los frenos o la pérdida de fricción; esto mismo es aplicable a las correas de motor, que pierden su capacidad de flexión hasta el punto de que pueden llegar a romperse
