Autopistas del mar
Desde hace casi dos décadas la Unión Europea plantea la creación de autopistas del mar para aliviar la congestión de las carreteras europeas, retirando vehículos pesados de ellas, puesto que resulta más eficiente, rentable y sostenible, y además se ahorraría tiempo, dinero y también emisiones de CO2.
Si se logra que los vehículos de carga hagan una parte de su trayecto por mar, y no completamente por tierra, los conductores estarían menos horas al volante, las carreteras necesitarían menos mantenimiento y la seguridad vial sería óptima; todo lo anterior también tiene efectos medioambientales positivos al reducir las emisiones de CO2.
Según el propio Gobierno, la construcción de autopistas del mar, no busca sacar del negocio a los camioneros trasladando sus mercancías al barco y reduciendo su labor, sino hacer que sean los propios camiones los que viajen en los navíos y economizar así recorridos por carretera de cientos o incluso miles de kilómetros.
Las autopistas del mar buscan ser una alternativa al transporte por carretera. Sin embargo son difíciles de llevar a cabo pues necesitan del acuerdo de los países que se beneficiarán de ellas y las negociaciones son realmente lentas.
