Cómo mantener y limpiar tu furgoneta correctamente
Ya en otras ocasiones hemos hablado de la importancia de mantener un adecuado mantenimiento de tu vehículo ya sea un autobús, camión o, en este caso, una furgoneta. Es por eso que, desde DIESSA, queremos darte una serie de consejos básicos sobre el mantenimiento y sobretodo de la limpieza de tu furgoneta.
Es de vital importancia no sufrir ningún imprevisto con nuestro vehículo. Debes recordar que las piezas de los transportes industriales están expuestas a un mayor peso y estabilidad, lo que implica que éstas han de estar conservadas de una manera correcta y en las mejores condiciones.
Te recordamos que es esencial comprobar las puertas y ventanas de nuestra furgoneta, mantener los cristales en buen estado, cambiar con frecuencia las luces de los faros y evitar sobrecargarla, entre otras cosas. Además, hemos de mantener limpio tanto el exterior como el interior de la misma, cosa que en ocasiones no tenemos tanto en cuenta.
A continuación, te indicaremos cómo limpiar las diferentes partes de tu furgoneta de manera adecuada.
- TAPICERÍA: Para ello, emplearemos los productos específicos para este tipo de material. De la misma manera, podremos emplear agua con jabón y amoníaco y un cepillo para su aplicación. Recuerda esperar a que se seque antes de volver a sentarte porque, de lo contrario, quedará húmero y es posible que desprenda olores
- LUNAS Y RETROVISORES: Podemos limpiarlas utilizando una bayeta o paño de superficie lisa o papel de cocina. Si lo hacemos con un trapo que contenga fibras, se quedarán pequeñas motitas en los cristales y no se limpiarán por completo
- SUELOS Y ALFOMBRILLAS: Hemos de sacudirlas bien con la finalidad de deshacernos de las posibles piedrecitas y polvo que hayan quedado acumulados en ellas. Podemos limpiarlas con agua y jabón y con la ayuda de un cepillo y, como ocurre con la tapicería, es conveniente esperar a que se sequen completamente para que no retenga humedad. También podemos emplear un aspirador
- SALPICADERO: Existen muchos productos para ello pero, al igual que con la tapicería, podemos emplear agua con jabón y amoníaco. En esta ocasión sí que emplearemos un paño de microfibras para no rallar la superficie del vehículo. Hemos de ocuparnos de limpiar bien todas las zonas y realizar movimientos verticales para evitar extender el polvo
