El futuro del combustible
Los motores de combustión interna que funcionan con gasolina o diésel están muy presentes en nuestra sociedad, la gran mayoría de los vehículos que circulan por nuestras calles y carreteras tienen estas características. Según las previsiones, son muy pocos los años de circulación que le quedan a estos. En DIESSA te lo explicamos.
Estos transportes producen un gran porcentaje de la contaminación ambiental total en la actualidad, algo que preocupa mucho y de lo que se está intentando poner remedio. Son muchos los que ya exigen una transición hacia modelos con emisiones neutras y, poco a poco, la leyes se van amoldando para que estas iniciativas tomen forma.
Siendo realistas, la gasolina todavía no será ni puede ser retirada del mercado instantáneamente: es algo totalmente lógico. Los combustibles fósiles comprenden el 80% de la demanda actual de energía primeria % de la demanda actual de energía primaria a nivel mundial.
Lo que sí es cierto es que, a día de hoy, ya se están comenzando a dar los primeros pasos para la consecución de carreteras libres de emisiones de CO2. Si hablamos a un nivel europeo, las grandes empresas automovilísticas ya se están encargando de realizar procesos de electrificación del mercado.
No sabemos con exactitud cuando se comenzará a hacer este cambio oficialmente porque esto depende de la inversión que realicen los diferentes gobiernos y cómo esto afecta a las empresas privadas. Hablando de vehículos propios, nos situaríamos en torno a 2035 para comenzar a ver un entorno libre de combustibles fósiles.
Esto no significa que los ciudadanos no puedan conducir dichos vehículos si no que, para estas fechas, ya no se estarían fabricando. Tendríamos que situarnos en 2050 aproximadamente, para que en nuestras calles circulen exclusivamente coches eléctricos.
