Presión de los neumáticos: todo lo que debes saber
Desde DIESSA, siempre hemos hecho hincapié en la importancia de mantener una buena presión en los neumáticos del vehículo para cuidar de nuestra seguridad y la de este mismo. Es por ello que, desde 2014, todo coche nuevo en España debe tener obligatoriamente un indicador de presión de neumáticos (indicador TPMS) según las recomendaciones del fabricante.
Hemos de tener en cuenta que las ruedas son el único punto de contacto entre la calzada y el coche y, por lo tanto, una buena presión en ellas nos permitirá tener un equilibrio entre el consumo de combustible, la comodidad de marcha y la seguridad en la frenada.
Como ya os adelantamos, la presión dependerá de la estipulada por el fabricante ya que esta pueda variar incluso dentro de un mismo modelo con más o menos carga. Aunque no tengamos una norma generalizada, lo que sí es cierto es que esta presión se sitúa entre los 2 y 2,5 bares.
¿Dónde podemos encontrar estas indicaciones? Pues bien, cada vehículo tiene una pegatina de referencia que suele encontrarse en la puerta del conductor o en la tapa del depósito de combustible. Como es lógico, si no se encuentra dicha pegatina, se ha de recurrir al manual del vehículo.
¿Cómo medir la presión de los neumáticos? Esta acción debe realizarse en frío ya que, una vez que el vehículo arranca, el roce de la rueda contra el asfalto provoca un calentamiento y la dilatación del neumático. Ese aumento de la temperatura puede provocar cambios en los niveles de presión, falseando los datos.
Dicho esto, ¿cuáles son los problemas derivados de una presión superior o inferior a la indicada?
- Reventón de las gomas
- Desgaste irregular
- Aumenta la distancia de frenado si el pavimento está mojado. Menos resistencia al aquaplaning
- Menor adherencia
- Incremento en el consumo de combustible
No olvides revisar la presión de tus neumáticos una vez al mes y antes de los viajes.
